Los estadounidenses llegaron a Uruguay para disputar su primera Copa Mundial de la FIFA™ en 1930 con un equipo formado principalmente por futbolistas nacidos fuera de sus fronteras y, aunque no se esperaba mucho de ellos, lograron la campanada y se auparon al tercer puesto. Muchos de aquellos jugadores volvieron a alinearse cuatro años después en Italia con resultados considerablemente peores. Años más tarde, Estados Unidos se clasificó para otra fase final, Brasil 1950, pero a partir de entonces pasó una época de estancamiento que duró 40 años y concluyó con el asombroso gol de Paul Caligiuri en Puerto España (Trinidad y Tobago), que devolvió a los norteamericanos al mayor escenario del fútbol mundial. A partir de aquel momento se ha clasificado para todas las fases finales posteriores y se ha situado a la altura de México como potencia dominante de la CONCACAF. En la última competición preliminar, Estados Unidos obtuvo el pase a Sudáfrica 2010 en calidad de campeona del hexagonal final.
Antecedentes mundialistas
Los primeros estadounidenses que participaron en una fase final de la FIFA recibieron el apodo de “lanzadores de peso” por su corpulencia y musculatura. No obstante, con victorias por 3-0 sobre Paraguay y Bélgica en 1930 se auparon al tercer puesto, hasta la fecha la mejor clasificación que ha conseguido un equipo de fuera de Europa o Sudamérica. Cuatro años después, Estados Unidos quedó eliminada en la primera ronda, pero causó sensación en Brasil 1950 cuando, liderada por el sobresaliente guardameta Frank Borghi, derrotó a la poderosa Inglaterra en Belo Horizonte, en una de las campanadas más sonoras de todas las épocas. En 1990 se produjo otra eliminación a las primeras de cambio. Sin embargo, en 1994 y en calidad de anfitriona, se metió en las eliminatorias, un resultado que allanó el camino a la llegada de la regularidad. Tras quedar última en Francia 1998, se impuso a Portugal y a México en Corea/Japón 2002 para situarse a las puertas del pase a semifinales, que perdió con una derrota a manos de Alemania. En 2006 volvió a despedirse al final de la fase de grupos, en esa ocasión en tierras alemanas. En Sudáfrica 2010 llegó a octavos.
El presente
Los estadounidenses, normalmente alineados en un sistema 4-4-2, con dos medios de contención, forman un equipo difícil de desarbolar y peligroso al contraataque. Dominaron el arte de la contra con resultados espectaculares en 2009 en Sudáfrica, donde derrotaron a España para meterse en la final de la Copa FIFA Confederaciones. La campaña hasta el encuentro decisivo se repetiría en la pasada Copa Oro de la CONCACAF, superada incluso una inesperada derrota en manos de Panamá durante la primera fase. En la final, sin embargo, el equipo perdió 2-4 ante México pese a haber conseguido en el inicio una buena ventaja de dos goles. Ese resultado causó que el técnico Bob Bradley dejara el equipo y fuera sustituido por el prestigiado técnico alemán Jürgen Klinsmann.
Las estrellas
En los últimos años, el nombre de Landon Donovan ha sido sinónimo del equipo nacional de Estados Unidos. El atacante del Galaxy de Los Ángeles ha ofrecido a menudo sus mejores actuaciones enfundado en los colores nacionales. Sin lugar a dudas, Donovan volverá a convertirse en uno de los hombres decisivos de camino a Brasil 2014. En el resto del cartel brillan con luz propia futbolistas de la talla de Oguchi Onyewu, Michael Bradley, Jozy Altidore, Tim Howard o Clint Dempsey, todos ellos afincados en países europeos.
Y también…
Entrenador: Jürgen Klinsmann.
Mejor participación en torneos FIFA: tercer puesto en la Copa Mundial de la FIFA (1930), tercer puesto en la Copa FIFA Confederaciones (1992 y 1999), cuarto puesto en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA (1989) y en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA (1999).
Estrellas del pasado: John Harkes, Claudio Reyna, Brian McBride.
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