La selección japonesa empató sin goles ante una Grecia que jugó con 10 futbolistas durante toda la segunda mitad, en Natal, y ambos equipos se complican en su pase a octavos de final donde sí estará Colombia, clasificada tras este resultado.
Los hombres comandados por José Pekerman lideran el Grupo C con seis puntos, seguidos de Costa de Marfil con tres. Nipones y helenos cierran la llave con un punto en dos encuentros.
Japón y Grecia se enfrentaban en esta segunda jornada a un encuentro crucial en la competición. Las urgencias llamaban a la puerta de ambas selecciones tras caer el primer día ante africanos (2-1) y sudamericanos (3-0), respectivamente.
Las derrotas provocaron la misma situación en los dos equipos: dudas, críticas y la necesidad de empezar a sumar con la esperanza de seguir con chances de clasificación en el torneo.
El técnico italiano de Japón, Alberto Zaccheroni, consideró que, para ello, debía sentar en el banco a su estrella de Manchester United, Shinji Kagawa, mientras que su homólogo en Grecia, el portuguésFernando Santos, volvió a apostar por Konstantinos Mitroglou en el ataque.
Los asiáticos arrancaron el choque con mayor determinación, con la idea clara de atacar desde el primer minuto, sin complejos. Sus rivales esperaban rezagados para aprovechar lo que mejor saben hacer: castigar los errores de sus contrincantes, salir al contragolpe y no errar sus ocasiones frente al arco.
Así, el capitán Makoto Hasebe probó suerte a los dos minutos con un disparo sin demasiado peligro y su compañero, Yuya Osaka, hizo lo propio poco después con otro remate, que detuvo el arquero helenoOrestis Karnezis.
Osako maldijo su escasa fortuna a continuación cuando un tiro suyo dibujó una espectacular parábola que se marchó rozando el travesaño griego.
Japón imponía sus credenciales de identidad, moviendo la pelota, combinando sin prisa, buscando profundidad en espacios cerrados, pero le faltaba rematar las jugadas, su carencia endémica en los últimos tiempos.
Como no estaba Kagawa fue Keisuke Honda, el otro talento internacional de los nipones, el que levantó de sus asientos a los espectadores con un gran tiro libre que sacó Karnezis con dificultades.
Al borde del descanso, uno de los mitos griegos, Konstantinos Katsouranis, uno de los héroes que levantó la Eurocopa de 2004 y hoy está a punto de cumplir 35 años, fue expulsado por doble amonestación y Giorgios Karagounis, de 37, otro de los futbolistas presentes en el Olimpo del fútbol griego, entró en el terreno de juego para recomponer la resquebrajada formación de los suyos.
Sólo un buen remate de Vasilos Torosidis (39) inquietó al arquero Eiji Kawashima en los primeros 45 minutos.
El árbitro salvadoreño Joel Aguilar señaló el inicio de la segunda mitad y Georgios Samaras intentó marcar el gol del Mundial con un disparo sorprendente desde la mitad de cancha al ver adelantado aKawashima. La pelota se fue por encima del travesaño pero el mensaje ya estaba lanzado: "Seguimos vivos y vamos a por el partido", parecían espetar los griegos.
Kagawa no tardó en entrar por Osako y Kawashima tuvo que esforzarse al máximo de nuevo en una suerte donde Grecia imparte cátedra: la pelota parada. Gekas cabeceó un centro lateral y el arquero se estiró hasta Japón para despejar con las yemas de los dedos un remate con destino de gol.
Grecia estaba con un jugador menos pero no se notaba. Sufría poco y llegaba con peligro.
Yoshito Okubo tuvo la apertura del marcador con un remate de zurda con el arquero ya vencido pero la pelota se fue por arriba del travesaño. El carrilero Atsuto Uchida quiso solidarizarse con su compañero y falló de nuevo un tiro a boca de jarro y con todo a favor.
Pegada y Japón, dos términos antónimos en esta Copa del Mundo.
Grecia pudo incluso ganar a falta de 10 minutos, pero el último cabezazo de Samaras se marchó desviado.
En la última fecha, tanto griegos como japoneses deberán ganarle a Costa de Marfil y Colombia, respectivamente, si quieren tener chances de clasificación. Con la victoria de ambos comenzará a contar la diferencia de gol, hasta ahora de -3 para los europeos y de -1 para los asiáticos.
Con el empate entre helenos y africanos y el triunfo de Japón (lo único que le sirve para tener posibilidades de octavos de final), ambos quedarán igualados en 4 unidades, situación que se resolverá también por diferencia de gol, siendo la de Costa de Marfil 0.
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