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» » Kempes: "Ojalá no haya equipos mezquinos"

El cordobés Mario Alberto Kempes es, sin duda alguna, uno de los futbolistas más determinantes en la historia del fútbol argentino. Guapo (valiente), encarador y de llamativa facilidad para el gol, el ex jugador de Rosario Central, River Plate y Valencia, entre otros, resultó pieza clave en la obtención de la Copa Mundial de la FIFA 1978™ con seis goles que lo catapultaron al tope de la tabla de artilleros del certamen.
“Yo era un goleador raro, porque no jugaba de centrodelantero clásico”, admite a sus 59 años quien, llamativamente, no marcó ni un solo tanto en la primera fase de 1978. No obstante, su aporte en las instancias decisivas, incluyendo dos goles en la gran final ante Países Bajos, terminaron por situarlo en la historia grande del fútbol de su país.
Aprovechando su paso por Brasil, donde ofició de asistente para el Sorteo Final de la cita de este año, el Matador compartió sus impresiones con FIFA.com respecto al torneo de junio, las opciones del equipo de Alejandro Sabella y las presiones que deberá afrontar la Seleçãoen su tarea como anfitriona.
Mario, ¿qué análisis hace de la clasificación de Argentina para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014? ¿Qué le pareció la campaña?
Fue buena, muy buena, a pesar de que siempre los comienzos pueden ser un poco complicados. Al final Sabella supo enderezar el rumbo del barco. Teniendo a (Lionel) Messi contento el equipo funciona mucho. Aunque claro, no sólo a Messi. Es importante tener contento a todo el equipo.

No parece fácil mantener feliz a una plantilla completa cuando la integran jugadores de tanto renombre. ¿Cómo mantener la armonía en la convivencia? 
Es muy complicado, hay que tener manos muy hábiles. Son todos futbolistas de equipos grandes, y nadie quiere hacer trece mil o catorce mil kilómetros para estar sentado en el banco. Y no en un partido, ¡en dos! Pero creo que Sabella, como cualquier otro entrenador, intenta satisfacer a todos de alguna manera en los amistosos. Así el jugador siente que participa dentro de lo que es el conjunto en general.

¿Qué significa ganar la Copa Mundial de la FIFA en la carrera de un futbolista? La sensación no debe ser la misma a esta altura que en aquel momento de 1978…
No, ni mucho menos. Creo que todo lo que uno ha hecho ahora se magnifica más. Cuando uno es jugador y gana la Copa del Mundo, u otros títulos, en esos momentos no te dejan disfrutar por la vorágine de los periodistas todos los días. Al final te cansás. Pero cuando pasan los años uno se pone a rebobinar y, claro, entiende la real dimensión de lo que ha hecho… ¡lo que hemos hecho! Al margen de lo particular, si no está ahí el apoyo de todo el equipo, uno solo no lo puede conseguir.

¿Cómo definiría al Mario Kempes jugador? ¿Qué clase de futbolista fue?
Era totalmente diferente a lo que podían ser (Gabriel) Batistuta o (Gerd) Mueller dentro del área. Porque yo ahí no era habilidoso, necesitaba contar con espacio. Es más: no era un jugador habilidoso ni mucho menos... ¡aunque tampoco eran tan bruto! Diría que aprovechaba las oportunidades que tenía. Era mediocampista, opr eso era un goleador atípico. No era 9 clásico, como todos piensan. Cada vez que me han puesto ahí he fallado. Arrancando más de atrás tenía más espacio, más visión de juego y estaba más en contacto con la pelota, que era lo que más me gustaba.

Mucho se especula sobre cómo manejará Brasil la presión de jugar en casa. ¿Qué tan importante es jugar con su público en una cita semejante? 
Es diferente porque, si bien algunos dicen que no hay presión y la gente te apoya, no es así. Ocurrirá siempre y cuando las cosas te salgan bien. De lo contrario… Yo creo que la gente de abajo, el equipo, tiene que contagiar a los de arriba, los de la tribuna. No al revés. A no ser que se trate de una final, en la que van cincuenta y cincuenta. Pero en los partidos de la fase de grupos, el entusiasmo va de abajo hacia arriba. Cualquier selección que juegue de local sentirá en algún momento que la está bailando el contrario, que el apoyo es necesario, pero si no lográs entusiasmar a tu gente ese aliento no llegará.

¿Qué torneo espera para junio?
Ojalá que no sea lo típico: que no haya equipos mezquinos que juegan al contragolpe. Habrá alguno que otro, especialmente aquellas selecciones primerizas o sin tanto nombre. Pero uno espera un buen espectáculo, un juego de ida y vuelta. Ojalá que los mejores jugadores del mundo se hagan presentes en cada partido. No los 90 minutos, pero de a ratos.

Si le mencionamos la palabra Brasil, ¿qué es lo primero que le viene a la mente?
Samba, alegría, carnaval, playas… ¡y fútbol!

¿Cuáles son las opciones reales de Argentina?
Tiene opciones a pesar de que se está diferenciando mucho lo que es la parte de adelante y la parte de atrás. Pero si Sabella ha creído en estos jugadores, tanto en el arquero que no juega en su equipo (NdeR: Sergio Romero, suplente en AS Mónaco), como en los defensas, hay que darle confianza.

¿Ve al equipo muy dependiente de lo que pueda ofrecer Messi?
Siempre se dice que uno pone a los muñequitos en la cancha, pero estos después se mueven y los sistemas varían. Pero creo que Messi debe ser ese muñequito especial al que deberán apoyar los otros nueve jugadores de campo. Un solo jugador no te va a ganar un Mundial ni mucho menos. Puede tener parte importante, es verdad, pero es imposible que vaya a ganarte él solo todos los partidos.

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